Huancayo 20 de junio del 2008
Carta Pastoral Nº 02-08-DR
Queridos Hn@s:
Siempre rogando a Dios por su cuidado y ayuda para cada una de sus Uds. así mismo los saludo queridos hermanos, con mucho gozo de ver el compromiso con el Señor y el ministerio en las visitas realizadas.
Hace un tiempo leí un manual sobre como dirigir una organización y es interesante como para cada uno de nosotros como líderes con diferentes responsabilidades, Dios exige algo: “Que nuestro liderazgo sirva a las personas lideradas”.
Es una gran tentación en estos tiempos para los líderes abusar de su responsabilidad. La perspectiva común del liderazgo es que las personas lideradas deben servir a los líderes. Sin embargo, una perspectiva del liderazgo que está centrada en Dios pone esta idea al revés. En Mateo 20: 25-28. Jesús sabe que esta a punto de morir. Ha pasado los últimos años enseñando a sus discípulos con el fin de equiparlos para formar seguidores de Jesús después de su muerte y partida al cielo. Es en ese contexto que leemos que:
“Jesús, no vino para ser servido sino para servir y para dar su vida en rescate por todos”
Como dice en este texto existe una gran diferencia entre el estilo de liderazgo que ejerce el mundo y el liderazgo cristiano, y esta es la Motivación, la razón que nos mueve a liderar. A nosotros no nos importa ser reconocidos, premiados ni mucho menos beneficiados por lo que hacemos, a nosotros nos mueve el amor a Dios y a las personas que son parte de este hermoso ministerio estudiantil así como a las personas que alcanzamos con las buenas nuevas del evangelio. Buscamos ser líderes – siervos, en tal sentido debemos preguntarnos constantemente ¿cómo podemos ser mejores líderes siervos? Y también ¿Cómo podemos animarnos unos a otros a ser líderes siervos?. Sigamos el ejemplo de Jesús e imitemos su estilo de liderazgo, centrado en las personas más que en las actividades, centrados en la entrega desinteresada más que en el beneficio personal que se pueda recibir, centrados en ser ejemplo antes de solo buscar ejemplos.
Dios nos ayude con esta responsabilidad, frente a la tentación del mundo. Invirtamos nuestro tiempo, recursos y vida en personas…en discípulos, a veces el activismo nos pone la agenda y descuidamos lo más valioso, lo demás más adelante se verá como resultado: actividades más significativas con muchas personas involucradas.
Pensemos como lideres si estamos sirviendo al Señor obedientemente, si quizá hemos perdido la motivación inicial, ahora es tiempo de reflexionar, afirmar y actuar. Dios y las personas esperan mucho de nosotros como sus líderes, no los desilusionemos. Sigamos viéndonos como integrantes de este gran equipo, con una misma visión y una misma motivación.
Estando siempre a vuestro servicio, como persona y como integrante de la Dirección regional y AGEUP. Mi cariño sincero. Muchos abrazos.
Su servidora
Katty Rafael de Zea
Directora Regional
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( relato de Jorge Bukay)